Cómo lo hiciste... solo tú.

No sé cómo lo hiciste...
De qué forma tocaste hueso
donde solo quedaba
un precipicio vacío.

Tu forma de mirarme
y traspasar mis corneas
con tus pupilas.
Esa manera de agarrarme
y agotar la arena
que consumía nuestro tiempo.

Esos susurros entre palabras
que disparaban directamente contra mi pecho…
De verdad, no sé como lo hiciste
pero mi memoria
solo conseguía almacenar un recuerdo
cada noche que estabas aquí
tan cerca…

Diste cuerda a mi corazón
entre bostezos y latidos.
A un sentimiento inerte
susurrándome al oído un puedes irte
pero el presente, está a menos
de un centímetro de mis labios.

Que bastaba con un abrazo suyo
para levantar cada pómulo de mis caras.
Un simple beso entre dos sonrisas
algo difícil de explicar
pero con más significado
que cualquier palabra
del maldito diccionario…

Por eso hoy, aunque no estés
quiero hacerme daño
inmolarme por dentro
sin guardarte rencor
solo una sombra
que continúa aquí, esperándote…
Esperando a que vuelvas, otra vez.

Y ya sé que somos jóvenes
que la vida levantara una vez tras otra
una nueva barrera contra la que estrellarnos
pero hoy no me mata otro golpe
me mata esto que siento
y que ella, ni siquiera lo sepa.